Al atravesar el puente tibetano de 70 metros, el más largo de Europa, hemos podido aplicar una de las virtudes de Benjamin Franklin, la templanza, en vez de dejarnos llevar por el miedo causado por la altura y el balanceo.
Si te interesa participar en una futura actividad por nuestra zona, contacta con nosotros :-)
Es curioso cómo se cruzan los caminos de las personas. Ha sido una gran experiencia, David. Cuatro horas que se han pasado volando. Mientras más vivo te sientes, más veloz transcurre el tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo, David.
Yo también lo he pasado bien. Aquí está mi relato de lo acontecido:
ResponderEliminarhttp://zodiaco.madteam.net/relatos/2016-02/200216-va-ferrata-baumes-corcades-centelles/