Todo aquello que merece la pena tiene su precio. Nada valioso es fácil y rápido de conseguir. Aquello que va a aportar valor a nuestra vida, que nos va a aportar satisfacción, que nos va a hacer sentirnos bien con nosotros mismos y ser felices, suele costar conseguirlo. Se requerirán sacrificios, fines de semana, esfuerzo, para lograr cosas nuevas, tener éxito en los estudios, sacar adelante tus proyectos... No abandones, a veces la insistencia, la persistencia, la constancia, la perseverancia, marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso, aquello que te permitirá superar el valle de la muerte. Sé ambicioso, sé inquieto y persigue tus sueños. También es importante una visión, el ver aquel lugar, aquel estado, al que te quieres dirigir. ¿Cuál es tu tierra prometida?
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