Lo que es esencial ni se compra ni se vende

La pasada semana tuve la oportunidad de asistir en Sant Feliu de Codines a la conferencia de la psicóloga Eva Bach que lleva por título Lo que es esencial ni se compra ni se vende. Aquí van algunas ideas y pensamientos que extraje de la misma.

1. El consumo desmedido no nos aporta más que una falsa felicidad. Se limita a ofrecernos sensación de estatus, reconocimiento o poder, entre otros, además de un placer efímero. Como dijo José Mújica en la ONU en 2013, no hemos venido al mundo tan solo a trabajar y a comprar, hemos venido a vivir. 

2. Antes de comprar cualquier cosa, recuerda que estás pagando con tu tiempo. En palabras de Pepe Mújica, "cuando usted compra algo no lo compra con plata, sino con el tiempo de su vida que tuvo que gastar para tener esa plata". ¿Vale la pena una semana de trabajo para comprar un bolso caro?

3. En vez de regalar objetos, ofrece experiencias, por ejemplo tu propio tiempo a alguien para salir a tomar algo, a cenar o ir al cine, en vez de un par de zapatos o un bolso que quedarán olvidados pues quizá ni siquiera sean de su agrado.

4. Planea unas vacaciones de las que puedas disfrutar, no para presumir. Aprovecha tu tiempo con lo que te hace feliz en vez de priorizar qué quedará mejor para compartir en las redes sociales. ¿Acaso vas a viajar para colgar selfies en Facebook?

5. Small is beautiful. Toma esta filosofía del economista E.F. Schumacher y simplifica tu vida para ser más feliz. Despréndete de lo innecesario. A menudo menos es más. 

Y para concluir, una frase anónima que anoté en la conferencia: 

"Con dinero puedes comprar una casa, pero no un hogar; un reloj, pero no el tiempo; una cama, pero no el sueño; un gran coche pero no un compañero de viaje; un libro pero no la sabiduría; medicamentos pero no la salud; estatus pero no respeto; sexo pero no amor. Con dinero puedes comprar la evasión, pero no la felicidad". Lo esencial ni se compra ni se vende.