Hoy es el mejor momento para triunfar en la vida

Algunas personas nos invitan a vivir de manera mediocre. Nos hacen creer que nos hemos de conformar con un simple trabajo que nos permita llegar a final de mes. Te quieren hacer creer también que tú no eres capaz de conseguir aquello que sueñas y aquello que realmente deseas. Seguramente ellos mismos en su propia vida apenas hayan conseguido nada que merezca la pena. Te van a decir que tú no vales, que tú no puedes, que ahora no es el mejor momento. También oirás que dicen que tienes la cabeza llena de pajaritos, que en qué estás pensando, que pongas los pies en la tierra. Y digo yo: Y a esta gente, ¿ qué demonios le importa lo que nosotros hagamos? Como te dije en el vídeo anterior: al carajo.

Ya está bien de resignarse, de pensar en pequeño. Ser mediocre no es una opción y pensar pero no actuar tampoco. El momento ideal es ahora. Saca todo tu potencial y espabila. Espabila porque el momento de comerse el mundo es ahora. Los sueños no se van a hacer realidad solos, los sueños no vas a venir. A por los sueños vamos a ir nosotros. Así que saca tu potencial y espabila. Espabila para que el día que estés muriéndote en vez de lamentarte puedas decir estas tres palabras: valió la pena.

Espero que te haya gustado este vídeo, que lo pongas en práctica, que empieces a partir de ya a luchar por tus sueños, a ponerte en el camino correcto, y que de aquí a unos cuantos meses o de unos poquitos años, puedas decir como mínimo "yo también lo intenté" y muy probablemente también podrás decir: "Lo conseguí". Lo conseguí y sobre todo valió la pena. Gracias por estar ahí, déjame un like si te ha gustado, compártelo, suscríbete al canal si aún no estás suscrito y nos vemos en los próximos vídeos.

Valió la pena porque lo intenté, porque si quizá no conseguí aquello que quería, por lo menos, me puse en el camino adecuado. Valió la pena porque conocí a gente interesante de camino a mis metas. Porque me rodeé de personas que me motivaban. Valió la pena porque cada día aproveché al máximo y me centré en aquello que era mi misión y no perdí nunca de vista mi visión.

Valió la pena porque en vez de dejarme llevar por los demás seguí mi propio camino. Y valió la pena sobre todo porque no viví para vivir la vida de otros sino que viví para vivir y para seguir mi propio camino.

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