Encontrar tu propósito de vida, el sentido de la vida, es vital. Como dijo Victor Frankl, cualquiera, en cualquier circunstancia y bajo cualquier condición, es capaz de encontrar un sentido a su vida, algo por lo que valga la pena seguir vivo. Si él pudo lograrlo en un campo de exterminio, tú también podrás.
El sentido de la vida es diferente para cada uno de nosotros. Por tanto, en cada uno reside la responsabilidad de hallar su propósito de vida, el para qué vivir, el por qué levantarse cada mañana de la cama. La misión de tu vida, tu objetivo último, puede ser encontrar la paz espiritual, alcanzar el autoconocimiento, dedicarte a los demás, construir una familia, acumular poder y riqueza, prosperar profesionalmente, desarrollar tus potencialidades, autorrealizarte, defender una idea, luchar contra una injusticia, proteger el planeta, servir a tu dios, cuidar a un familiar, aportar tu granito de arena a un mundo mejor...
Sobre todo, encuéntralo y no seas una de esas personas que viven de forma automática, por inercia, de forma inconsciente, sin saborear la vida. O que se pasan los días tristes, irritables, frustrados, agotados, etc. por no haber encontrado aún su propósito en la vida o, quizá peor, seguir el que otros o el sistema le ha impuesto.
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