Antoine de Saint-Exúpery, aviador y escritor francés, en su obra El principito inmortalizó la sentencia:
"Solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos".
¡Cuánta razón llevaba! Una vez satisfechas nuestras necesidades básicas, más que optar por diferentes bienes materiales que la sociedad prima -un buen coche, ropas caras, reloj de moda, etc.-, deberíamos buscar aquello intangible: el amor, la amistad, la compañía, los buenos momentos... y sobre todo, valorar todo aquello que ya poseemos, incluido el hecho de estar vivos.
Disfruta el aquí y el ahora, tanto lo que se ve como, sobre todo, lo que es invisible a los ojos.
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