Unos dos mil quinientos años después, los estudios científicos parecen confirmar la sentencia que se atribuye al filósofo y poeta chino Lao-Tse: No hay camino a la felicidad; la felicidad es el camino.
Así, la felicidad no debe ser concebida como un resultado. Esperar a ser feliz cuando se cumpla cierta condición (tener un hijo, casarse, ganar en la lotería, etc.) es un error.
Por contra, debe ser alcanzada en el día a día. Algunas recetas de la experta en felicidad Sonja Lyubomirsky son:
Mostrar gratitud por estar vivo y sorpresa ante el mundo. Cultivar el optimismo. Evitar pensar demasiado en ciertos asuntos. Cuidar las relaciones. Ser amable. Fluir. Aprender a perdonar. Saborear las alegrías de la vida. Afrontar los sucesos negativos. Comprometerte con tus objetivos. Cuidar de tu cuerpo. Practicar la espiritualidad...
¿Conoces alguna más?
(Yo mismo en la West Highland Way escocesa)
Qué mundo más bonito sería este si todo el mundo aplicara estas premisas. Una cosa más: sonríe y quiere a todo el mundo.
ResponderEliminarSiempre hay que sonreir... Una sonrisa cautiva los corazones
ResponderEliminarAsi deberiamos actuar en la vida que aunque la veamos
ResponderEliminarlarga es muy corta.